La herida de la eliminación de la selección peruana en la Copa América 2024 irá cerrando con el pasar del tiempo, por lo que ahora toca sacar conclusiones. En total, ya son siete los partidos en la ‘era Fossati’.
Sin embargo, los tres encuentros oficiales son los que nos permiten hacer una evaluación a conciencia en el equipo nacional. Y es que la selección peruana tuvo un paso por la Copa América 2024 con un rendimiento que se fue diluyendo.
En su debut, Perú mostró destellos de calidad y una defensa sólida, pero a medida que avanzó el torneo, la consistencia se perdió y los errores aumentaron. Estos errores fueron cruciales en los partidos decisivos, afectando las posibilidades de avanzar en el torneo.
De aquí a septiembre, hay tiempo para empezar a corregir las situaciones que nos dejaron fuera. Jorge Fossati y su cuerpo técnico deberán enfocarse en analizar los partidos, identificar los puntos débiles y trabajar en fortalecer el equipo.
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La defensa, que mostró vulnerabilidades, necesita ajustes, mientras que la ofensiva debe encontrar mayor efectividad y creatividad para superar a sus rivales. Para ello, jugando como lo hemos visto, podremos competir, pero es probable que no nos alcance para cumplir el objetivo en los próximos partidos de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
Es crucial que Jorge Fossati encuentre el equilibrio entre la experiencia de los jugadores veteranos y la energía de los más jóvenes. La integración de nuevos talentos puede ser una clave para revitalizar el equipo y mejorar el rendimiento general. Además, la mentalidad y la preparación física serán determinantes.
Los jugadores de la selección peruana deben mantener una actitud positiva y trabajar en su resistencia para enfrentar partidos de alto nivel. La cohesión del grupo y la confianza en la estrategia del entrenador también jugarán un papel fundamental.
Conclusiones de la selección peruana
- El rendimiento defensivo de la selección peruana en la Copa América 2024 fue uno de los aspectos más positivos, mostrando solidez y buenas sensaciones. Sin embargo, ante Argentina se evidenciaron vulnerabilidades que deben corregirse. El próximo rival en septiembre, Colombia, también es de jerarquía, y se requiere una defensa aún más robusta para enfrentar este desafío.
- La consolidación de jugadores poco habituales como Miguel Araujo y Wilmer Cartagena es una buena noticia. Aunque sus presentaciones no fueron perfectas, demostraron que pueden estar a la altura con la camiseta bicolor. Su desempeño positivo aporta profundidad al plantel y abre opciones para futuros partidos, fortaleciendo al equipo de cara a próximos desafíos.
- Jugadores como Piero Quispe, Bryan Reyna y Oliver Sonne tal vez no deslumbraron en la Copa América 2024, pero de cara al futuro, su participación en un torneo de primer nivel es valiosa. Este roce internacional es crucial para su desarrollo y les permitirá afrontar con mayor experiencia los próximos desafíos con la selección peruana.
- En los aspectos negativos, está claro que a la selección peruana le sigue faltando generar ocasiones de gol. Ante Chile y Canadá, estuvimos cerca de anotar, pero el equipo aún está lejos de su mejor versión en términos de asociación. Asimismo, mejorar la creatividad y efectividad en el ataque es crucial para alcanzar un rendimiento óptimo en futuros compromisos.
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